La Noche de San Juan en Montevideo

Los fuegos artificiales iluminaron el cielo y el estrepitoso sonido hizo que los vecinos salieran a la puerta o miraran por las ventanas.

Me dirigí a Bulevar Artigas y Canelones y ahí, en la Placita Varela, un grupo de personas rodeaban una gran fogata que emitía un fuerte calor, dando abrigo a los presentes.

La música que emergía desde los altoparlantes, invitó a bailar a unos pocos ( la mayoría tímidamente se balanceaba en su sitio) al son de los compases de las alegres canciones en catalán.

Se festeja la Noche de San Juan. Muchos son los rituales que se realizan en los diferentes países del mundo. Dicen que esta noche...el Diablo anda suelto...

Me acerqué al lugar y miré con simpatía a los participantes del evento (me sentí como sapo de otro pozo pues no tengo ni pizca de catalana), pero me alegré de ver un grupo de personas que se siente identificada y comparte con entusiasmo una tradición muy antigua que perdura hasta hoy, en este pequeño país de Sud América, en la Placita Varela de Montevideo.

Día de los Abuel@s en Uruguay

Tuve la suerte de tener a mis cuatro abuelos vivos hasta mis treinta años y ahora que no están, recuerdo con nostalgia y alegría a la vez, cada uno de los momentos vividos a los largo de mi niñez, adolescencia y juventud.

Fueron muy importantes para mí. Mis padres me enseñaron a amarlos y respetarlos y esos sentimientos perduran hasta hoy...pero acentuados. Han adquirido otra dimensión con el paso de los años y mi madurez.

Existo y soy la que soy gracias a ellos, a esos dos uruguayísimos que vivían en campaña y sus vidas se cruzaron en plena adversidad y los otros dos que vinieron de la lejana Polonia con apenas 20 años, huyendo de una guerra que los sumía en la miseria.

Estén donde estén, sepan que los adoro y siempre los tengo en mi corazón!

Hoy mis padres son abuelos y disfrutan enormemente de su condición. Espero que el día que no estén , sus nietos los recuerden siempre con el amor que se merecen.

¡¡¡ FELIZ DÍA A TOD@S LOS ABUEL@S!!!

TIEMPO DE DAR TIEMPO

Tenemos muchas maneras de vivir los días de nuestra vida.

La mayoría de las veces nos dejamos llevar por la rutina y tan solo nos limitamos a trabajar y a cumplir con los quehaceres cotidianos. Y así…los días van pasando.

¿Será que estamos en este mundo con el único fin de comer, trabajar y dormir?

No me parece.

Admito que hacemos algunas otras cosas como: divertirnos de vez en cuando, u ocuparnos de nuestro bienestar físico con dietas, caminatas, clases de pilates; o de nuestra estética, yendo a la peluquería, podólogo o masajista.

Pero, ¿cuánto tiempo de las veinticuatro horas del día nos ocupamos en pensar de qué manera podemos ayudar a nuestro prójimo? (es decir al que está próximo).No hablo de pretender salvar al mundo ni de grandes obras llevadas a cabo con mucho dinero o que nos insuman tanto tiempo que nos impidan atender nuestras obligaciones. Hablo de simples momentos en que basta una llamada telefónica, un café, un email personalizado para acercarnos, preocuparnos y ocuparnos de alguien que no sea YO.

Hagamos la prueba, intentemos evitar ser egoístas pensando sólo en nosotros y dediquemos tiempo para ofrecer nuestros oídos, una sonrisa, una mirada comprensiva.En fin"tiempo" para DAR sin esperar RECIBIR.

Confío en que sentiremos un inmenso placer al hacerlo y ése, sin duda…¡será el mejor regalo que podamos obtener!

Toma mi mano,

vamos a enfrentar juntos

la situación.