Todos los pasajeros hablábamos español menos uno. ¡Pobre gringo!, no entendía ni una palabra de español. Por su aspecto, me jugué a que era anlgosajón.
No pudiendo evitar mi tendencia samaritana, me senté a su lado y comencé a conversar en inglés. Esbozó una tímida mueca de agradecimiento, momento a partir del cual se notó menos tenso.
Me presenté formalmente y comentó: ¡Oh, like the Queen!. Asentí y festejé el comentario con una sonrisa.
Él hizo lo propio y me dijo: " I´m James Bond ", volví a sonreir pensando que se trataba de una broma y me aclaró: " No 007, just James Bond".
Mr. Bond resultó ser un entretenido compañero de viaje.
Dos meses más tarde, recibí una postal de Inglaterra que decía: " A present for you, thanks".
Envuelta cuidadosamente en una delicado papel, dentro del sobre, encontré una moneda que tenía tallada la figura de la Reina Elizabeth.
de la serie "on the road" N°2
1 comentario:
Lo intenso y grato de los pequeños momentos,no?.UN beso
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