Yo era Hera

Hace poco hice un taller de Arquetipos femeninos (basados en la mitología griega) en el que descubrí varias cosas muy interesantes.

En primer lugar constaté que soy una mezcla de diosas bastante equilibrada, pero una de ellas sobresale (se dice que está “sobre expresada”). Es Hera, la esposa de Zeus. Una señora diosa…

Se la considera una diosa vincular. Es la diosa del matrimonio y de las instituciones, es estable, unificadora.

Dicen los libros (lean con atención):

_“ La gran mujer detrás del gran hombre” (del que se siente orgullosa)

_ Antes que nada es ESPOSA

_ Soporta cualquier cosa en una relación antes que pensar en divorciarse

_ Se siente incompleta sin una pareja

_Tiene gran capacidad de compromiso, fidelidad, sabe atravesar dificultades incondicionalmente

_ Si es feliz, el matrimonio es un santuario y si está desequilibrada, se convierte en una cárcel

_Se nutre de las obras y logros de la pareja. Busca la simbiosis. Se adapta a las necesidades de su marido

_ Cuida las tradiciones, la familia la continuidad

_¡Hera desdeñada es TERRIBLE!

Yo era Hera. Sin saberlo, hice todo lo que se dice de ella y así me fue…Era la mujer perfecta, la fiel compañera, la que estaba “detrás” de quien creía el gran hombre, soporté muchas cosas, peleé por mantener un matrimonio que creía estable. Di todo de mí y nada se valoró. Me sentí desdeñada…por lo tanto…afloró otra mujer...

Paso a comunicarles que bajé a Hera de un hondazo de la sobre expresión. Me cansé de ella. No admito que no deje lucir a las otras chicas (Artemisa y Atenea –diosas de la independencia; Deméter y Afrodita- diosas del amor y a Perséfones –diosa subterránea que viaja a lo desconocido con valentía).

Acá estoy, diferente, mucho más contenta, siendo verdaderamente yo, no por el otro sino por mí.

Busco el equilibrio, un poquito de cada una me hace sentir una mujer más completa, por eso amo, soy independiente, no me dejo dominar, busco la sabiduría, peleo como buena guerrera, trato de ser creativa y de divertirme, me permito estar sola y lo disfruto, ayudo a los necesitados, soy una fiel compañera pero no una esposa servil.

Que quede claro: Era Hera, ya no lo soy más. El pavo real era mi símbolo, ahora dejé la pavada.